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Hoy no tenía la menor idea de lo que podía venir a contar.
Llegaba del curro la cabeza completamente vacía. Lo dije a Albert que se encontraba todavía por ahí, y eso que venía con una hora de antelación para poder preparar algo.
Es entonces que celebro el mundo tecnológico en que vivimos. Y saludo a l@s compañer@s de la radio que dejan perlas como aquello artículo vergonzoso del 20′ celebrando la nueva arma chula de los Mosssssos.
Youtube puede resultar deceptivo igual. Lo que pensaba ser el himno de la recien revolución tunecina era bastante sosa, ¿no?
Pero lo bien de no venir con un programa preparado es que por fin pude hacer lo que quería desde mucho tiempo: leer las dos primeras Cartas a Wad-Ras 1 y 2 (¿por qué las llamas así, guapa!?) de Patricia Heras – como me emociona su manera tan suave y dulce de escribir las cosas más duras. Esta experiencia tremenda de estar viviendo en la cárcel por culpa de un error judicial le ha dado un lugar donde ejerecer esa disposición a la distancia crítica y el self-control. ¡Qué mujer! Y este dibujo que ilustra este post es una obra maestra, suya. Representa su mapa sujetivo de la cárcel de mujeres de Barcelona.
Otra querida, esta vez rescatada de mi niñez, Pat Benatar y su forever-sexy Rated X me permite introducir a un texto de polémica sana sobre la prostitución: ¿se tiene que legalizar, o no? Título real: «Reglamentar la prostitució: quin món volem?».
La autora es Gloria Casas, y por lo que entiendo de Google es de segundo apellido Vila y enseña en la UAB. Estaba en una carpeta abandonada en el PC del estudio. Leo el inicio y al final de la hora de programa, como quedaba tiempo en la repetición al final en directo la conclusión y varios extractos interesantes, que ahora puedes leer aquí por si quieres afinar argumentos para el debate.
Yo no estoy del todo de acuerdo con aquella mujer, me gustan sus datos (el de Suecia por ejemplo) pero ya perdí ese idealismo radical que piensa al eradicar el capitalismo se eradicará también la prostitución. Si soy honesta, creo que nunca creí el cuento ni siquiera a los 13-15 años cuando me inicié al marxismo. Pero recuerdo lo argumentaba con el monitor de la colonia de vacaciones a los 14 años. Él me decía que a las prostitutas les gustaba su oficio, mientras le defendía que nadie le podía gustar alienar su cuerpo sobre todo para algo tan antinatural y ajeno al placer directo como es el dinero.
Ah! El texto está en catalán, así puedes gozar con mucha risa de mi acentazo gabacho ;-D
…¿Cómo!? ¿Que te has perdido mis lecturas de la Justine de Sade en catalán!?? Córrete ya! Búscalo por los podcasts, a ver si lo consigues!
Ahí quedé con mil cosas por decir que se me venían como flores, sal y pimienta, como chorros de agua caliente… mmmh qué gusto el spa…. Solo faltabas tú en el agua con tu mano caliente en el hueco de mis hombros ahí
Anaïs