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Imposible quedar quieta desde que leí, de pie, medio desnuda, yéndome para la cama ya que eran las 5 de la mañana, sin poder créermelo, hasta que las lágrimas, los escalofríos y un dolor de barriga potente me empujen a la cama a las 7.
Un testimonio de mujer que tiene algo como mi edad, o sea jóven pero tampoco tanto, que fue tratada de forma barbara de hospitales en comisarías en cárcel hasta acabar en tribunales injustos.
La crueldad de los policías, por empezar, es algo intolerable, en cualquier país pero en uno donde la dictadura se supone haber acabado hace más de treinta años! Y aquí, ese miserable 4 de febrero de 2006, fueron actos tan repetidos por tantos policías a la vez durante estos infamos 3 días, que da la impresión de un fenómeno común: el odio a todo lo que pinta jóven, diferente, de peinado y vestido a la moda punky. La intolerancia de la policía puede tener consecuencia tan tremenda como la encarcelación de INOCENTES, hoy, ahora mismo, en nuestra ciudad.
INTOLERABLE INTOLERANCIA.
Aquí va el relato de Patricia Heras, una heroína de nuestros tiempos fascistas, una mujer que sabe resistir con una mente y una sonrisa blindada frente a tanta locura colectiva.
Resulta que tarda más de una hora en leerse, y dificilmente además, lo notarás, que no paro de cometer errores por lo emocionada que estaba. Así que seguiré en el próximo programa. Solo pude leer dos tercios.
Gracias a Diana Pornoterrorista por reenviar este texto, en homenaje al 5º aniversario del siniestro evento: http://pornoterrorismo.com/2011/02/04/4f-aniversario-de-una-infamia.
Aquí está también, originalmente, en el blog de Poeta Muerta, con toda la cronología de los eventos consecutivos: 4F eventos para normales.
Patricia sigue en la cárcel ahora, por un delito que no ha cometido. Me sumo a toda la gente que la apoya, y espero se difunda siempre más su historia, ejemplar para el mundo entero.
¡SOLIDARIDAD CONTRA LA BRUTALIDAD DE ESTADO!
Más información sobre los presos del 4F
Apoyar a Rodrigo Lanza, que ya pasó 3 años de cárcel por un crimen que no ha cometido.